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Tipos de cámaras de congelación: el frío no es igual para todos

  • Foto del escritor: Rubén Magro
    Rubén Magro
  • hace 5 días
  • 3 Min. de lectura

Cuando hablamos de cámaras de congelación, no todo es tan simple como meter el producto y bajar la temperatura. Cada negocio y cada producto necesita su propio “traje a medida” en cuestión de frío. Por eso, existen diferentes tipos de cámaras de congelación, cada una pensada para cubrir necesidades específicas, ya sea en la industria alimentaria, farmacéutica o incluso en laboratorios. Aquí te explicamos, sin rodeos, cuáles son los principales tipos y para qué sirve cada uno.



1. Cámaras de congelación estándar

Estas son las cámaras más habituales en cualquier negocio que necesita conservar productos congelados durante largos periodos. Trabajan en rangos de temperatura entre -18 °C y -25 °C, ideales para carnes, pescados, mariscos, helados y productos que requieren mantener su textura y calidad durante semanas o meses. Son la base de supermercados, restaurantes, obradores y cualquier empresa que quiera tener stock sin miedo a que el producto se eche a perder.


Ventajas:

  • Mantienen grandes volúmenes de producto a temperaturas constantes.

  • Son perfectas para almacenamiento prolongado.

  • Suelen ser modulares y adaptables en tamaño, según las necesidades del negocio.


2. Cámaras de ultracongelación

Aquí ya hablamos de palabras mayores: temperaturas entre -30 °C y -50 °C. Estas cámaras están diseñadas para productos que necesitan una conservación extrema y prolongada, como platos preparados, alimentos precocinados o productos de panadería industrial. También son muy usadas en el sector farmacéutico y laboratorios, donde la estabilidad del producto es crítica.


Ventajas:

  • Conservan la calidad y las propiedades nutricionales del producto durante mucho más tiempo.

  • Impiden el crecimiento de microorganismos y la formación de cristales de hielo grandes, lo que mejora la textura al descongelar.


3. Túneles de congelación

Si lo que necesitas es congelar rápido y en grandes cantidades, el túnel de congelación es tu mejor aliado. Trabajan a temperaturas de -30 °C a -40 °C y están pensados para procesos industriales en los que el producto se desplaza por la cámara mientras es sometido a corrientes de aire frío muy potentes. Así se consigue una congelación ultrarrápida, perfecta para alimentos frescos, carnes en barquetas, bollería o incluso productos farmacéuticos.


Ventajas:

  • Congela de forma individual y rápida, evitando la formación de grandes cristales de hielo.

  • Ideal para grandes volúmenes y procesos automatizados.

  • Mantiene mejor la textura y el sabor del producto final.


4. Abatidores de temperatura

Los abatidores no son cámaras de almacenamiento, sino equipos diseñados para bajar la temperatura de los alimentos recién cocinados en tiempo récord (de 90 °C a 3 °C en menos de 90 minutos). Así se evita la proliferación de bacterias y se alarga la vida útil del producto. Son imprescindibles en cocinas industriales, obradores y cualquier negocio que trabaje con comida preparada.


Ventajas:

  • Seguridad alimentaria: reduce el riesgo de contaminación.

  • Mantiene la calidad y frescura de los alimentos.

  • Permite una mejor organización y planificación en la cocina.


5. Cámaras modulares y a medida

No todos los negocios son iguales, ni tienen el mismo espacio. Por eso, existen cámaras de congelación modulares que se adaptan a cualquier rincón y necesidad, desde pequeños restaurantes hasta grandes industrias. Puedes elegir el tamaño, el tipo de puerta, el grosor del panel y hasta el sistema de suelo, todo pensado para que el frío no se te escape.


Ventajas:

  • Montaje rápido y sencillo.

  • Adaptables a cualquier espacio y volumen de producto.

  • Posibilidad de ampliación o modificación según crece tu negocio.


6. Cámaras de transporte y otras especializadas

Para quienes necesitan mover producto congelado de un punto a otro, existen cámaras de congelación para transporte, diseñadas para mantener la temperatura durante el trayecto y evitar que los productos sufran cambios que puedan afectar su calidad. También hay cámaras de descongelación, pensadas para devolver los productos a temperatura positiva de forma controlada y segura.


¿Cuál necesita tu negocio?

Elegir el tipo de cámara de congelación adecuado es clave para garantizar la calidad de tus productos, optimizar el espacio y ahorrar en consumo energético. No es lo mismo conservar carne durante meses que congelar rápidamente grandes volúmenes de producto fresco. En Monkfri te ayudamos a encontrar la solución que mejor se adapta a tu negocio, sin complicaciones ni sorpresas.


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