Es posible que nuestras cámaras frigoríficas puedan sufrir problemas en su estructura. Aunque estos puedan parecer complejos o de difícil solución, la realidad es que normalmente con un buen aislamiento, conseguimos solucionarlos en la mayoría de las ocasiones. Si esto no funciona, es el momento de revisar el problema y atender a sus posibles soluciones. ¡Aquí te las contamos!
Condensación en paredes y techos
La condensación es uno de los problemas más comunes dentro de nuestras cámaras frigoríficas. Este se produce cuando el aire húmedo entra contacto con una superficie fría, como puede ser el techo o las paredes de nuestras cámaras frigoríficas.
Este contacto hace que el aire se condense, formando pequeñas gotitas que pueden provocar la aparición de moho, hongos o incluso goteos si la condensación es muy alta. No solventar este problema puede hacer que tanto la cámara como el producto que en ella se almacene acaben dañados.
Soluciones:
Revisar y mejorar el aislamiento térmico de los paneles frigoríficos. Sellar las juntas adecuadamente para evitar la entrada de aire húmedo.
Reforzar la ventilación para eliminar el exceso de humedad.
Si ya ha aparecido moho en las paredes o techos de la cámara será necesario, además de estas soluciones, realizar una limpieza y desinfección, así como un mantenimiento periódico para eliminarlo completamente.
Pudrición en paneles de sandwich de paredes y techos
Si los hongos u otras bacterias han estado mucho tiempo en contacto con las paredes y los techos, es posible que estos empiecen a pudrirse, lo que provocará la pérdida del aislamiento térmico de la cámara, haciendo que se escape el frío y entre el calor, aumentando el trabajo de los equipos y pudiendo provocar que estos se rompan por un uso inadecuado.
Soluciones:
Solicitar acabados adecuados al proveedor de aislamiento.
Reaislar si es necesario.
Agregar barrera de vapor para evitar la condensación.
Goteras en el techo de la cámara
Las goteras en el techo de la cámara es uno de los problemas que más rápido llaman la atención y que más suelen preocupar, puesto que conlleva la contaminación de la mercancía. Estas goteras pueden ser causadas por varios factores, como mala ventilación, aislamiento térmico insuficiente o una instalación incorrecta de los paneles sandwich.
Soluciones:
Proporcionar ventilación adecuada.
Agregar aislamiento térmico.
Revisar la instalación de los paneles.
Suelo seco a pesar de rociar con agua
En ocasiones podemos rociar con agua el suelo para añadir un plus de humedad a la cámara, si este se seca rápidamente podría indicarnos que la humedad relativa de la cámara es demasiado baja. Este hecho puede acabar provocando la deshidratación de los productos almacenados.
Soluciones:
Instalar más evaporadores para aumentar la humedad relativa. Instalar equipos de humidificación.
Sellar grietas en el suelo para evitar la pérdida de humedad.
Consejos para el mantenimiento de cámaras frigoríficas
Como hemos podido observar, cada problema requiere de una actuación específica que deberá personalizarse aún más en función de la cámara y el producto y las necesidades del negocio.
Es importante identificar la causa del problema para poder aplicar la solución adecuada. Además, es recomendable contar con un mantenimiento regular para evitar la aparición de problemas, por un equipo cualificado que garantice que se cumplen las normas de seguridad y eficiencia.
Para garantizar el buen funcionamiento y la vida útil de las cámaras frigoríficas, es importante realizar un mantenimiento regular. El mantenimiento de cámaras frigoríficas debe incluir las siguientes tareas:
Limpieza y desinfección periódicas.
Revisión del aislamiento térmico.
Pruebas de funcionamiento de los equipos.
Cambio de filtros y otros componentes.
