Seguro que alguna vez has escuchado la frase de "no hay que romper la cadena de frío". Ahora te vamos a explicar la importancia de no romper la cadena de frío y cómo conseguir mantenerla durante todo el proceso, desde que compras un producto hasta que lo sirves en tu mesa.
¿Qué es la cadena de frío?
La cadena de frío es un proceso clave para garantizar la seguridad y la calidad de los alimentos a lo largo de toda la cadena de suministro, desde la producción hasta el consumidor final.
Mantenerla es vital, ya que romperla puede provocar que nuestros productos se vean dañados o no se puedan preservar por más tiempo. Por ejemplo, en el caso de los mariscos, si los cambias de temperatura y comienzan a descongelarse, ya no podrán volverse a congelar, por lo que deberán ser consumidos inmediatamente.
¿Cómo mantener la cadena de frío?
El elemento fundamental para mantener la cadena de frío es la temperatura. Por ello, es necesario contar con un equipamiento adecuado que nos permita conseguir la temperatura óptima dependiendo del alimento que queramos conservar.
Factores de las cámaras frigoríficas que afectan a la cadena de frío
Dentro del equipamiento necesario, las cámaras frigoríficas serán nuestro mayor aliado. Sin embargo, deben cumplir ciertos estándares que garanticen su calidad:
Ser aptas para la finalidad que queremos darle: Cada alimento necesitará una temperatura adecuada, no será lo mismo almacenar marisco congelado que productos lácteos, por lo que deberás contar con una cámara que garantice esta temperatura óptima.
Tener un tamaño adecuado: Si la cámara cuenta con demasiado producto hacinado, es posible que no pueda refrigerar de manera igualitaria todos los productos, rompiendo su cadena de frío.
Mantener la cámara en condiciones higiénicas óptimas: La limpieza, al igual que la desinfección, debe ser sencilla, con el objetivo de evitar el crecimiento de bacterias u otros contaminantes.
Protección: La cámara debe contar con ciertos elementos que aseguren que el frío se queda en el interior, como pueden ser los cierres herméticos, las puertas isotermas o el propio recubrimiento de las cámaras.
Materiales de nuestra cámara frigorífica
Para que la cámara frigorífica no pierda frío es necesario que cuente con materiales de alta calidad. Deben estar fabricadas con paneles aislantes que propicien la conservación del frío en su interior o paneles tipo sandwich que nos ofrezcan una gran resistencia a la temperatura, garantizando la durabilidad de la cámara frigorífica y el mantenimiento de la cadena de frío.
Entradas y salidas
Cada vez que la cámara frigorífica se abre pierde temperatura, lo que también afectará a la cadena de frío, por ello, es necesario controlar las veces que se entra o sale de la cámara y hacer este paso, lo más rápidamente posible.
Contar con una cámara frigorífica de calidad nos garantizará mantener la calidad de nuestros alimentos y asegurarnos que no se rompa la cadena de frío desde que llegan a nuestras manos hasta que los disponemos en nuestra mesa. Si necesitas asesoramiento sobre cuál puede ser tu cámara frigorífica ideal, no lo dudes y ponte en contacto con nosotros.
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